Estamos en 1980. Llegò la Revolución con una clara intención de apoyar el deporte, pero el arranque fue muy difícil.

La improvisación, prevaleció.

Fuimos a los Olímpicos de Moscù, porque habìa que ir. No podìamos fallarle a los amigos que cubrìan todos los gastos, agregando algo muy importante: el compromiso político. Ineludible.

En el cierre de 1979, participamos en la Universiada de México y la Copa Intercontinental, tambien con todos los gastos pagados. El naciente Instituto de Deportes sòlo tenìa presupuesto para cubrir los discretos salarios y el reconstruido Comitè Olímpico presidido por Moisés Hassan estaba palmado.

Asi que, en ambos casos se fue a buscar algo de ayuda, y ese fue el mismo propósito cuando se viajò a Moscù con sòlo cinco atletas, y un raro Jefe de Delegación, Ròger Vàsquez, sacado del Ministerio de Planificación.

La joven nadadora Garnet Charwatt, los púgiles Onofre Ramírez y Ernesto Alguera, màs los corredores Leonel Teller y Xiomara Larios, formaban la tropa pinolera.

Por cuarta ocasión, estàbamos participando en unos Juegos Olímpicos, lejos por supuesto del nivel de competencia.

TELLER ¿QUÉ PASO?

La presencia de Leonel Teller fue discutida ampliamente antes de enviar la lista. Se tenìa como soporte una nota periodística de México sobre su registro en los 400 metros con vallas, pero se necesitaba algo màs, lo cual, finalmente se obviò, pese a la insistencia de Itsvàn Hidvegi.

La expectativa que se fabricò alrededor de Teller, era una nueva marca Centroamericana, pero no arrancò. Se quedò parqueado en el block de salida.

“Dìas antes sentì un que un viejo dolor en el pie izquierdo, no sòlo se habìa actualizado, sino que se habìa convertido en un malestar agudo. Me sometì a un examen mèdico y se diagnosticò tendonitis, advirtiendo que no podìa correr asi”, me dijo Teller al regresar de Moscù. 

Y agregò: “El Dr. Copola del Comitè Olímpico de México, intentò un bloqueo inyectándome en cuatro puntos del talòn y colocándome una venda de yeso que me obligò a usar muletas”.

Explicò que una vez quitado el yeso se ejercitò, y que tanto Hidvegi como el Jefe de la Delegación Ròger Vàsquez, dejaron a su criterio si corrìa o no. “Querìa intentarlo pero no me sentì en condiciones. Como ya me encontraba en la pista y era feo salirme, no tuve màs alternativa que colocarme en el block de salida, aunque ya habìa decidido no arrancar”

Esto fue publicado en una nota con fecha 30 de julio de 1980.

XIOMARA SE FAJO

En contraste con lo de Teller, la siempre esforzada y en plena evolución, Xiomara Larios que estaba inhabilitada para competir en medio de un intenso tratamiento, se quitó las vendas de yeso de su pierna para funcionar como abanderada y tomar parte en los 400 metros.

Cojeando, Xiomara llegò en ùltimo lugar y descartò la posibilidad de participar tambien en los 800 metros, su mejor prueba.

Funcionando ahora como miembro de la Federación de Atletismo, Xiomara es todavía dueña de la marca nacional de los 800, la cual no ha sido amenazada.

Lo mejor de Nicaragua en Moscú fue el boxeo. El fogoso peleador de peso Mosca Onofre Ramírez conocido como El diablito se enfrentó al campeón europeo Peter Lessov de Bulgaria y perdió por 5-0.

Onofre se vio frenado por la habilidad de Lessov quien posteriormente ganó la medalla de oro en la división.

BRAVA PELEA

El otro púgil nica, Ernesto Alguera, en la categoría Gallo protagonizó con el venezolano Bernardo Piñango, uno de los combates más estrujantes de la Olimpiada.

En el primer asalto, Alguera tumbó a Piñango pero no pudo rematar.

El venezolano sacando de la alforja todos los recursos y apelando a su gran consistencia supo enderezar el pleito hasta terminar imponiéndose  por 4-1.

En Natación Garnet Charwatt, la màs joven atleta en esos Juegos, no pudo tumbar sua marcas nacionales registrando un minuto 28 segundos y 85 centésimas en los 100 metros pecho y un minuto 8 segundos y 98 centésimas en los100 libres que ganó con una marca espectacular de 54.98 Bárbara Krausse de la RDA.

En cierta forma, fuimos a Moscù al bolsazo.

Al regreso se puso en marcha en plan de desarrollo con el decidido aporte de entrenadores cubanos, y otras nacionalidades, y se consiguió un gran avance de nuestro deporte amateur en el concierto Centroamericano, con algunas proyecciones que fueron màs allà.