Messi sigue en pie de guerra, mientras Neymar sale de escena con sus esperanzas de liderar a su equipo en busca de una sexta Copa, completamente deshilachadas…Las imágenes contrastantes de dos dramas diferentes en definiciones por penales nos estarán persiguiendo un buen rato: Brasil muriendo ahogado frente a una Croacia, empeñada evitar a cambio de no hacer, que solo pudo realizar un tiro al portón de Allison, y Argentina, flotando, saliendo con vida de un oleaje que se agitó en el cierre de juego. 

Asi que, la posibilidad soñada de ver a los dos colosos de América del Sur cambiando golpes, o goles, en Semifinales, saltó hecha añicos después de dos angustiosos empates 1-1 y 2-2…Para Neymar, quien pese a la precaria situación de su tobillo lastimado, luchó con una bravura espartana creando opciones dentro del pantano y marcó un gol de agallas y clase para adelantar a Brasil en la prorroga, fue un momento trágico ver como el disparo de Marquinhos, intentando concretar el último penal, era devuelto por el poste. Tan trágico, que reiteró “no volveré a una Copa del Mundo”, algo que muchos no dan por un hecho; en tanto Messi sintió que se hinchaba y estallaba con el violento y certero penal ejecutado por Lautaro Martínez, sellando el boleto argentino para Semifinales.

APARECE NEYMAR CON UNA FANTASÍA

El gol de Neymar, entra en la lista top de este Mundial. Fue marcado en el minuto 105 + 1, en una de esas arremetidas de Brasil que abrillantaron la estupenda actuación del arquero croata Dominik Livakovic, quien por única vez en un juego encerrado en el 0-0, se vio superado en su extraordinario esfuerzo. En una penetración vertiginosa de Brasil, Neymar se abrió paso zigzagueando en el área y dejó atrás a dos mastines que intentaron morder su avance, dejó sin opción al arquero con una maniobra tipo pincelazo y remató a quemarropa, casi reventando la red. Neymar con su tobillo no restablecido por completo, se entregó con su corazón abierto tomando todos los riesgos.

La propuesta de los croatas fue desesperante para Brasil. Se trataba esencialmente de impedir que Brasil desarrollara su juego, olvidándote de construir el de ellos, quedando en dependencia de opciones casuales, como la aprovechada en el minuto 117, cuando Brasil no extrañamente, sino inexplicablemente retrocedió cediendo espacios. Una recuperación manejada por Modric le permitió avanzar sin contratiempo, haciendo un trazado a Vlasic por la izquierda, también sin estorbo. El cruce de pelota hacia el sector central frente al área, para la entrada de Bruno Petkovic, fue limpio, y el cañonazo de zurda del croata, dstruendoso, rozando a Marquinhos e inutilizando el tendido horizontal de Allison. Como ya apuntamos, pero vale la pena insistir, fue el único disparo al marco de Brasil en 120 minutos.

Las fallas de Rodrigo, pelota atajada por Livakovic, y de Marquinhos, un rayo rasante que rebotó sacándole astillas al poste izquierdo, sepultaron a Brasil, porque Croacia estuvo de 4-4. En 1994, Brasil se convirtió en el único ganador de una Copa del Mundo vía penales, derrotando a Italia después de un tedioso 0-0. 

MESSI Y SU TERQUEDAD 

Lo de Messi ha sido sorprendente. Creímos que no volveríamos a verlo en ese nivel de rendimiento, no comparable con el de antes por supuesto, pero ofreciendo una llamativa utilidad. En lo que seguramente será su último Mundial, Messi multifuncional, ha superado expectativas sin alcanzar retar a Mbappé como figura cumbre en el torneo. Su quiebre golpeando el balón entre dos para llevarlo hasta Molina, facilitó una excelente recepción, buen quite de marca y remate a la derecha del arquero naranja estableciendo el 1-0. Y después el penal, con disparo potente y certero ampliando 2-0. Aunque era muy anticipado para dar por garantizada la victoria, la diferencia era alentadora. El gol de Wout Weghorst en el minuto 83, con cabezazo incluyendo peinado preciso, y la jugada elaborada en el minuto 101, otra vez con balón detenido, metiendo un pase filtrado por abajo, recepción y desmarque de Weghorst, remate dejando sin chance a “Dibu” Martínez nivelando la pizarra 2-2. En Argentina, un país perdió la respiración, y aquí, muchos también.

El tiempo extra, pese a su intensidad, no movió las cifras, y se llegó a los “tenebrosos” penales. “Dibu” Martínez, ha cultivado un prestigio como parador de penales, y los dos primeros de Holanda ejecutados por Van Dyke y Berghouse, los ahogó el arquero, y por Argentina después que marcaron Messi, Paredes y Montiel, falló Enzo Fernández, y el sello del pasaporte a las semifinales, fue la mezcla de violencia y precisión ofrecida por Lautaro Martínez perfo, terminando con el suspenso. El próximo enfrentamiento de Argentina será con Croacia en otra gigantesca intriga.