En definiciones por penales, murió Brasil y Argentina vive. Cuesta creerlo y no sé si existe un precedente, pero puede ser récord: sólo un tiro a la cabaña en 120 minutos necesitó Croacia, para impedir contra reloj el triunfo de Brasil sellando ese empate 1-1 que obligaba a decidir disparando desde los doce pasos. Por 4-2, Brasil quedó eliminado al volver a agigantarse el arquero croata Dominik Livakovic, en tanto en un drama parecido aunque de desenlace diferente, Holanda aprovechó una extensión de 10 minutos para borrar milagrosamente un 0-2 con par de goles de Wout Weghorst y forzar los penales, sin lograr sobrevivir. Fue vencida por Argentina 4-3…El desplome y las lágrimas de Neymar y el grito de eco infinito lanzado por Messi, graficaban a Brasil y Argentina en los primeros duelos de Cuartos. Cuando el temor por Argentina se desvaneció con el cañonazo de Lautaro, respiramos bien profundo.
¿Fue sujetado Brasil por Croacia? No se puede decir eso. No cuando realizas 11 tiros a la cabaña, cuando el arquero Livakovic se convierte en figura con 4 atajadas de enorme mérito, cuando Neymar desequilibra y provoca un caos en la defensa croata antes de conseguir un golazo después de abrirse paso en un campo minado, no cuando el rival con menos de la mitad de disparos a cualquier lado solo consigue uno al marco que termina en gol…Modric estuvo monumental como contención, enlace y factor de progresión, y el lateral Juranovic hizo desaparecer a Vinicius, hasta enviarlo a la banca…Si medimos las cifras ofensivas, Brasil fue más a fondo en busca de las redes. Allison casi no se vio. ¿Cuántas pelotas le llegaron? ¿Cuáles fueron las opciones atacantes recordables de Croacia con excepción de la que produjo el gol?
Si hay algo que reprocharle a Brasil en un duelo tan tenso, es ese descuido de su defensa con el partido por expirar. ¡Diablos! Hay que cerrar todos los espacios, estar listos para anticipar, para obstruir, no ceder un centímetro en lo que en boxeo se llama cuerpo a cuerpo. Y qué ocurrió a 3 minutos de caer el telón. Modric viene hacia el área brasileña como sobre alfombra roja mientras la defensa de los pentacampeones retrocede mansamente. Modric hace un trazado a Vlasic que se mueve por la izquierdo como extremo, y con tranquilidad, envía el balón hacia el centro para la entrada fulminante de Petkovic, sin marca, rematando de zurda un balón que roza en Marquinhos y hace inútil el único lance de Allison. Luego, el martirio de los penales. No fue morir con la frente marchita pero fue morir por descuido y puñalada.
Lo de Argentina fue un sufrimiento parecido pero con otras características. De estar golpeando las puertas del cielo ganando 2-0, con un gol de Nahuel Molina aprovechando un pase de esos “marca” Messi, con prontitud y exactitud, y un penal certero de Messi, con autoridad, Wout Weghorst hizo descender a Argentina al infierno de la inseguridad abrumada por los temores nivelando la pizarra. Se atravesaron los tiempos extras entre una agitación que por momentos, propició oportunidades para Argentina que no se concretaron. El 2-2 se mantuvo contra vientos y mareas, entre conflictos en el terreno, y se llegó a los penales. Abrió Messi y cerró Lautauro con un cañonazo que hizo temblar a toda Argentina, desembocando en un estallido, y “Dibu” Martínez detuvo dos a los holandeses. Argentina estaba con vida, al lado del funeral de Brasil, y se enfrentará a Croacia en una de las semifinales.