Desde Johannesburgo.
El travesaño de la cabaña defendida por Butt en el estadio de Puerto Elizabeth, todavía está vibrando como cuerda de un violín enloquecido. El cañonazo disparado por Diego Forlán, con su pierna derecha en el último instante del drama, su posible sexto gol, lo que hubiera significado el empate 3-3 y el alargue a tiempo extra, no ocurrió. El artillero se llevó las manos a la cabeza con sus ojos agrandados luego de ver esfumarse la posibilidad, mientras los alemanes celebraban quedar terceros.
Cayó Uruguay 3-2 pese a ofrecer otro derroche de garra y disponer de varias opciones favorables con Suárez, Forlan y Cavani, que no pudieron ser materializadas, igual le ocurrió a los insistentes alemanes, favorecidos por la falla de Muslera y la paralización de dos defensas, Fucile y Pèrez, en el gol del empate 2-2 conseguido por Jensen en el minuto 56, cabeceando un largo centro enviado por Boateng, colocado ahora como lateral derecho.
Sin Klose, sin Podolski, sin Lahm, Alemania saltó al terreno con mucho impulso con Scheweinsteiger como el cerebro, pero Uruguay reaccionó, se metió en la pelea después del gol de Mueller a los 18 minutos, tomando un rechazo hacia la frontal del arquero Muslera sobre un rayo lasser trazado por la pierna derecha de Schweinsteiger desde 30 metros.
Uruguay galvanizado, igualó a los 27, cuando Diego Pérez robó un balón as Schweinsteiger, empujó hacia Suárez quien de inmediato, cruzó hacia la izquierda por donde entraba Cavani, rugiendo, y con derecha, perforó a Butt que intentaba el cierre. En el minuto 41, Uruguay pudo irse arriba, pero Suárez, solo, falló un remate desde la derecha.
El juego fue agitado con acción constante y peligro inminente en las dos areas, como lo demuestran 18 disparos de Alemania por 17 de Uruguay provocando meritorias atajadas. En el minuto 50, Forlan rematando de bolea contra el piso un centro de Arévalo, frente a un Butt inutilizado, adelantó a Uruguay 2-0, logrando su quinto gol. A los 56, Muslera falló buscando como despejar el kilómetrico centro de Boateng, y Jensen estableció el empate.
El gol decisivo, lo consiguió Khedira de cabeza, después que un corner cobrado por Oezil desde la derecha, provocó zozobra en el area chica de Muslera. La parábolsa de Khedira, entró en la escuadra superior derecha de la cabaña uruguaya al minuto 82.
Uruguay se lanzó en búsqueda del empate con determinación espartana, y casi lo consigue con el cohete de Forlán que sacó astillas del travesaño. Cayó Uruguay, dejando una gran impresión frente a los jóvenes leones de ésta Alemania cobijada por el futuro.