Agreguen a Karim Benzema, el brillante ganador del Balón de Oro 2022, a la lista de pérdidas irreparables que ha sufrido el Campeón Mundial Francia, antes de levantarse el telón en la Copa del Mundo 2022 con el cantar del Gallo. Es posible que nunca antes, un serio aspirante a ganar el torneo, haya sido “mutilado” tan drásticamente: antes de Benzema, los cerebros del andamiaje: N´Golo Kante y Paul Pogba. No uno, los dos. ¿Se imaginan al Brasil de 1970, el más famoso de todos, sin Gerson y sin Rivelino. No le gana a Inglaterra en Guadalajara. No estará Presnel Kimpembe, el defensa del PSG, y tampoco Christopher Nkunku, atacante del Leipzig, con las dudas rodeando a Koundé. ¡Qué desastre! como decía Sucre, nuestro irrepetible narrador.
Mientras nos acercábamos a esta Copa del Mundo, varias veces escuché y leí, que Francia en la defensa de su corona, podía armar dos equipos muy parecidos en nivel competitivo, un alarde sin precedentes, que graficaba la tranquilidad que se consigue con solidez en la estructura, riqueza excesiva en material humano, y un funcionamiento admirable por los cuatro costados. Quién iba a sospechar que llegaría un momento como éste, en el cual, Francia tendrá que demostrar que todo lo que se dijo es cierto. Sin esos cinco pilares, va la tropa de Deschamps, a intentar retener el banderín. En 1962, Brasil quedó sin Pelé, en aquel tiempo el mejor del mundo, después de vencer a México 2-0 en el primer partido con Pelé marcando un gol, y terminar cojeando por más de medio juego en el segundo, 0-0 frente a Checoeslovaquia. No pudo salir del campo porque no se permitían suplentes, y en el resto de la Copa lo reemplazó Amarildo. Brasil fue campeón pero no con la pérdida de cinco “ases”.
¿Será tan grande Francia como se consideró en los cálculos previos? Es difícil superar tantas dificultades juntas, aún teniendo buenos reemplazos, porque los ausentes no admiten fotocopias. Si Francia lo logra en una Copa de tanta fiereza, podría ser considerado el mejor equipo de todos los tiempos. ¿Cómo defender al Rey, sin la Reina y las dos Torres, y en posición desventajosa? Una buena pregunta para Shakespeare, un nuevo capítulo para el Rey Lear, siempre en dificultades.