SAN JOSÉ, COSTA RICA. El Santos de Pelé va a jugar con el Saprissa y se me presenta la oportunidad de conversar brevemente, primero con Pelé y después con Carlos Alberto. Las dos pláticas fueron publicadas en 1971 en el diario LA PRENSA, donde me inicié en 1970. Estas fueron las lineas que envié vía fax en aquellos tiempos, en que imaginar el internet, obligaba a que te amarraran para examinarte.

El chavalo apareció en la primera  división del Santos al lado de Zito, de Pepe, de Bellini, cuando apenas tenía edad para militar en tercera. Sus 16 años los celebró con la  casaca blanca del prestigiado equipo brasilero, amalgamador de estrellas. Era entonces el pequeño del grupo, un simple aspirante con perfiles de genio, pero quien tenía que demostrar que su brillo no era fugaz.

Su salto del anonimato a la gloria fue asombroso, anormal, increíble. Pero allí estaba en toda  la autenticidad de su clase. En ese  gol con sello de superdotado que anotó contra Gales tranquilizando a millares de brasileños, en un triunfo ajustado de 1-0 que allanaría el camino hacia el primer título mundial brasileño, luego vendría su actuación memorable ante Francia.

Creo en el gol, creo en el futbol, como típica expresión de habilidad y de talento.

Estoy por fin ante mi gran oportunidad sentado frente al más brillante futbolista de todos  los tiempos. Se observa la espontaneidad de su sonrisa permanente identificada en todas las tapas de todas las revistas  deportivas del mundo. Es el  rostro moreno  de rasgos  agradables, con un par de diamantes en lugar de los ojos, una frente amplia y una actitud de gran  disposición para el dialogo. Es la primera vez que estoy ante  un rey, listo  para conversar con el leguaje más  simple del mundo.

“Pregunte lo que quiera, estoy a su disposición” su voz es apenas  un susurro, mostrando si,   su carisma.

-Pelé ha sido llamado el Rey del Futbol. ¿Se ha imaginado ser Rey?

“En primer lugar yo no me considero rey. Me han llamado rey en varias  ocasiones y yo agradezco la intención, siempre he sido muy querido por todos lo que me rodean y le doy gracia a Dios por haberme hecho jugador de  fútbol, y hacerme disfrutar de tantas satisfacciones”.

Me considero una persona humilde, dedicado a la profesión de jugador y favorecido por la suerte.

“Yo quisiera ser un rey de verdad para tratar de solucionar algunos de los muchos problemas de este  convulsionado  mundo. El problema racista por ejemplo”

“No me explico porque algunos tratan de establecer la diferencia  entre los hombres  por el color de la piel. Porque no lo hacen calibrando el corazón para que la discriminación fuera de los bondadosos para los no  bondadosos.

Eso sería lo más sensato. La piel no puede ser diferenciadora. El corazón y la sangre son iguales en los negros  y los blancos. Yo no he sentido la discriminación, porque en mi país no existe, y que por llamarme PELE me atienden bien en cualquier parte. Sin embargo yo pienso en los demás morenos  y creo que merecen ser tratados bien.

“Este problema tiene que desaparecer, ha mejorado mucho en todo el mundo, y tiene que erradicarse”.

“Yo soy casado con una mujer blanca. Siempre gocé de su cariño sin problemas de ninguna clase. Esto demuestra que cuando interviene el corazón no hay escollos, lo del color de la piel no importa, lo que vale son los sentimientos”

UN NOVIAZGO DE 8 AÑOS

“Yo  me enamoré de Rose Mary cuando ella tenía 15 años, Acababa de volver de  Suecia, y comencé por hacerme amigo de su padre”.

Íbamos a cazar y a pescar y así a escondidas comencé a  jalar. El padre de ella no se daba cuenta. Un día me atreví a  comunicarle lo de Rose Mary y yo, con todo el temor del mundo, pero el viejo ya me tenía un gran afecto y no hubo  problemas

“Durante  los 8 años que fui novio  de Rose Mary, los periodistas me mencionaron como con 50 muchachas, pero nunca mencionaron el nombre de ella. Para todos fue una sorpresa mi casamiento. Soy feliz en mi matrimonio, cuando estoy en mi hogar si me siento el rey del mundo.

Por eso  dejé la selección para dedicarle más tiempo a mi familia. Tengo dos pequeños, una niña y un niño, a los que tengo que dedicarles tiempo. Habían ocasiones en que yo regresaba de las largas giras que hacia la selección, y cuando llegaba a la casa, la niña le decía a Rose Mary algo extrañada:  “MIRA MAMA YA LLEGO PELE”

“Mi hija  hacia un acontecimiento de mi llegada al hogar. Dejé la selección para dedicarme un poco más a  mi familia. Yo soy un jugador de  mucha responsabilidad, y de seguir en la selección mis hijos iban a seguir huérfanos de padre. Me dije entonces, hasta aquí Pelé!”

En mi casa  no se habla nunca  de futbol. Es un mundo aparte, un mundo fantástico. Tener fama es lindo, pero hay veces que es peor vivir abrumado  por la fama, cargado de compromisos y de responsabilidades, que vivir pobre  y anónimo, pero  moviéndose con confianza  y sin problemas.

“Yo le agradezco  al futbol todo lo que soy, pero considero que ya no tengo la vitalidad de antes, para responder a las exigencias de  la fama.”

SU REPUESTO EN LA SELECCIÓN

“Brasil es una  fuente  interminable de buenos jugadores. Para hacer mi trabajo hay varios para escoger: Rivelino, Paulo César, Tostao y Dirceu López. En mi opinión Tostato es quien reúne  características más similares a las mías”.

“El futbol  brasileño volverá a triunfar en Alemania. En México demostramos que el futbol es un juego que se ejecuta con los pies, pero empieza  en la cabeza y produce belleza”.

“El futbol europeo no tiene la variedad, la improvisación y la precisión ejecutiva del nuestro. Llegan a la red, pero nunca  con la continuidad de nosotros. En México quedó demostrado. El futbol brasileño está floreciendo más”.

LOS GRANDES JUGADORES

“En mi concepto  Garrincha fue un fenómeno como delantero. Nilton Santos  un defensa excepcional. Zito un gran mediocampista y  Banks de Inglaterra un arquero estupendo.

“No conozco  tu país, pero he oído hablar de él. A mi todos los pueblos latimos me agradan, espero llegar a conocerlo, aunque no sea en condición de jugador”. 

Pelé nos atendió en el Hotel Royal Duch, y digo “nos” porque estuvo tambien el conocido periodista nicaraguense Oscar Leonardo Montalván, quien grabó para su programa radial.