Muchos años después que termine la final de ésta Copa del Mundo, frente a un montón de recuerdos y de crispadas discusiones, los sobrevivientes de largo tiempo, seguirán emocionados disfrutando las imágenes imborrables de ese duelo generacional que esperamos ofrezcan el argentino Lionel Messi y el francés Kyliam Mbappé, raramente figuras del mismo equipo, el PSG, algo sin precedentes revisando mi envejecida memoria a vuelo de pájaro…El jugador estelar de 35 años, que aparentemente se encontraba en declive, cuesta abajo, reaccionando súbitamente en un alarde de fuerza de voluntad y recarga de sus habilidades; y el otro, de 23 años, impulsado hacia el futuro con una fuerza avasalladora en busca del trono del que se va, exhibiendo un espectacularidad mueve montañas…El uno, ya es leyenda, ya dibujó para la posteridad su historia cargada de grandeza; el otro la está escribiendo con letras góticas en paredes de mármol, como las que sostienen el Coliseo Romano y la Basílica de San Pedro. 

Es correcto apuntar que el duelo final de esta Copa del Mundo será entre las selecciones de dos países que siempre han coexistido con el virus del futbol, pero ¿acaso todas las miradas no van a buscar como seguir cada movimiento de Messi y de Mbappé como factores claves?. Son ellos los fabricantes de más preocupaciones para los técnicos Didier Deschamps y Lionel Scalloni, quienes han pasado horas y horas con regla y compás haciendo trazos, con escalímetro y calculadoras científicas imaginando traslados: Messi por aquí, Mbappé por allá. Enloqueciendo casi…Puede que no salga nada o muy poco de lo estudiado previamente, pero es imperativa la obligación de hacerlo. No se puede enfrentarlos a lo que salga porque eso es excesivamente riesgoso, irresponsable. La sorpresa de estar viendo a Messi en tan elevado nivel, y la confirmación de Mbappé como astro del presente proyectándose velozmente, los colocan como la mayor atracción. 

Cierto, no son ellos más grandes que la final, pero dentro de la final, si son lo más grande…Como siempre fijar un favorito en un duelo de éste tipo, da miedo, pero considero a Francia con mejores posibilidades. La media cancha argentina se ha destacado, pero esa cintura francesa con Griezmann delante de los pasos de Rabiot y Tchouameni, es firme y creativa. Los ausentes Pogba y Kanté, los han estado ovacionando…No está Benzema -o quizás si, a última hora-, según se especula, pero Giroud, sin goles hace 4 años, ha sido un 9 eficaz sacudiendo las redes…En esta Argentina, Messi no está solo, lo acompañará Paredes y cuando levante la cabeza, mirará a Julian Alvarez en movimiento hacia los epacios vacíos y DiMaría por la derecha -si es que inicia-, y escuchará el trotar de sus defensas adelantando líneas, algo en que los franceses son expertos. Teóricamente un gran duelo de dos estilos diferentes: el tiro largo y la pegada con buen manejo, y la maniobra corta y acción desequilibrante para filtraciones y remates.

Y por supuesto, Messi y Mbappé derrochando esfuerzos cobijados de sudor, frunciendo sus ceños, sintiendo la circulación de su sangre hirviendo, espoleados los latidos de sus corazones y  dirigidos por la agitación de sus cerebros. ¡Wow! ¿Qué más podemos exigir a nuestras expectativas?…Un pinolillo quizás, con rosquillas si se puede, y sentarnos frente a la pantalla con el tiki-taka de nuestro sistema nervioso activado. Eso sí, cuidando de no caernos de las butacas, sobre todo los que tienen mi edad.